Castillo del Diablo, El

La idea de este libro se me pasó por la cabeza hace bastante tiempo. La verdad es que llevo dándole vueltas a un par de proyectos curiosos sobre la obra de Robert E. Howard y creo que ha llegado el momento de empezar a darles forma. Algunos de estos proyectos están relacionados con obras inconclusas; otros, como han podido ver, son los que estamos llamando (como tantos otros imitadores) "Misceláneas", de las que ya llevamos dos y pronto habrá una tercera.

Centrándonos en el libro que tienen ahora entre las manos hay que aclarar algunos puntos interesantes al respecto de su elección. Como decía más arriba, la idea se venía gestando desde hace tiempo, concretamente desde que leí las aventuras completadas por Javier M. Lalanda hace tantos años; sabía (porque algunas cosas sé) que Ramsey Campbell había publicado tres continuaciones y que Gianluigi Zuddas había completado las cuatro que existen; Lalanda había hecho otro tanto, así que teníamos como once cuentos de Howard (o casi de Howard) dando vueltas por el mundo y a la buena de Dios, como suele decirse. Pensé que quedarían muy bien juntitos. Pero el tiempo pasó y no hice nada. Hasta hoy.

Como ven, toda una historia, como el resto de las que componen este libro. Bueno, ya es hora de que puedan leerse tranquilamente estos relatos empezados por Howard y terminados por algunos aficionados y fieles seguidores repartidos por todo el mundo. Entendemos que hemos hecho un trabajo que otros habrán de juzgar, pero nos ha llevado de la mano una cosa muy importante: marcar una clara línea de separación entre los textos del texano y los de sus continuadores. Creemos haberlo conseguido y esperamos que puedan disfrutar de la lectura de todas estas historias tanto como nosotros hemos disfrutado preparándolas para ustedes. Ya nos dirán algo al respecto. Nos ponemos ahora mismo con el tercer volumen de Miscelánea, con algunas gratas sorpresas y otras no tanto. Allí nos veremos de nuevo.


Adelante con la edición de las obras completas (cada vez más cerca o cada vez más lejos, a saber) de Robert E.Howard, el más grande de todos los escritores de la era de las revistas pulp. Este volumen, que hace ya el número dieciséis en esta colección (a los que habría que añadir el magnífico ensayo del colaborador de esta editorial, Javier Martín Lalanda, Cuando cantan las espadas, un pormenorizado repaso a toda la obra fantástica del autor texano), es una selección que recoge todos los fragmentos que Howard escribiera acerca del puritano inglés por excelencia: Solomon Kane. Nos vamos a encontrar con estos fragmentos y, además, con todas las terminaciones que se han llevado a cabo por diversos autores de muy diversa procedencia: italianos (Gianluigi Zuddas), británicos (Ramsey Campbell), españoles (Javier M. Lalanda), estadounidenses (C. J. Henderson, Fred Blosser). Y además, por si todo esto fuera poco, añadimos al cóctel todos los relatos que hemos podido encontrar acerca de este personaje casi más grande que la vida, una serie de pastiches realizados también por autores internacionales (Eduardo Fraile y Miguel Ángel Garrido Gallego, John Pocsik y, repitiendo, Gianlui Zuddas). Un volumen imprescindible con obras difícilmente encontrables fuera de esta editorial y que esperamos sepan apreciar y valorar como se merece.